Las siguientes notas son obra de Jorge Villegas Martínez: "La evolución de la imagen de España y los españoles en manuales de español editados en Suecia (1930-2007)". Universidad de Estocolmo, 2018.
Spanska språket es una compilación de cartas en 23 lecciones, editadas entre 1930 y 1938 y con paginación independiente, y a cada carta le sigue una sección de tareas denominada Frågor och uppgifter, de nuevo con paginación independiente. Lo publicó el Instituto Hermods y compuesto por 23 lecciones que se enviaban por correo a los suscriptores. Dichas lecciones fueron editadas entre 1930 y 1938 están compuestas por varias partes, cada una de las cuales contiene los siguientes apartados: lectura, glosario, comentarios, gramática, conversación, traducción, ejercicios y, en algunos casos, una sección llamada Un poco de todo, con dichos, poemas y artículos de prensa. El estilo de enseñanza corresponde al método de gramática-traducción, y está pensado para un aprendizaje individual. Se da especial relevancia a la comprensión lectora. Aunque las lecturas y los ejemplos aparecen escritos en español, la presentación y los comentarios están en sueco.
En esta obra, España se presenta principalmente como el país exótico y atrasado que describe Núñez Florencio (2003), un atraso que se achaca, entre otras cosas, a la ignorancia y el espíritu poco emprendedor de los campesinos (B6, p. 11). La imagen exótica queda plasmada en la introducción del libro, donde se presenta la visión de España en la mente de los escandinavos:
Det är en färgglänsande tavla av måleriska tjurfäktningar med djärva, guldglittrande toreadorer, stjärnenätter med smäktande serenader vid svartögda señoritors balkonger, smekande tangomelodier och hetsande kastanjetter, mäktigt brusande kyrkosång i underbara medeltidstempel och sällsamma religiösa processioner. 1.
En cuanto a la imagen de atraso, en un texto se dice que los verdaderos españoles como aquellos que nunca han salido de su pueblo o ciudad (B23, p. 1), y en un extracto de la novela La bodega, de Blasco Ibáñez, el narrador comenta cómo un personaje sueco habla de la impresión que le causa el atraso del país:
Doña Elvira acogía con una sonrisa traidora la charla incesante del extranjero en un español trabajoso; sus gritos de asombro al comentar el aspecto del país; tantas iglesias, tantos frailes y curas, tantos mendigos, los campos cultivados de un modo casi prehistórico, las costumbres bárbaras y pintorescas, las plazas de ciertas poblaciones llenas de hombres con los brazos cruzados y el cigarrillo en la boca, esperando que fuesen a alquilarles. (B17, pp. 12-13).
Se ofrece la imagen de un país unido, y la única referencia a la variedad lingüística de España se expresa con menosprecio, ya que al catalán no se le da el estatus de lengua, sino de dialecto solamente, mientras que el gallego y el euskera no se mencionan:
Så småningom har riksspråket förkvävt de övriga dialekterna, med undantag för katalanskan i Nordspanien, som envist kämpar för sin existens. 2
Las generalizaciones y tópicos sobre los españoles aparecen con frecuencia. Por ejemplo, un extracto de una obra de Jacinto Benavente es presentado así:
“Det hetsiga spanska lynnet brusar upp och urladdar sig i kaskader av pepprade repliker och spydigheter” 3
Asimismo, la falta de puntualidad aparece expresada por medio del dicho: “Lo único en que hay puntualidad en España, es en las corridas de toros” (B15, p. 1). También aparece un guiño a la procrastinación española en las instrucciones de una de las tareas: “Tillämpa emellertid ej det spanska ordspråket ‘Mañana’ utan börja nu, innan materialet blir för vidlyftig och växer Er över huvudet!” [¡No aplique el dicho español ‘Mañana’, sino que empiece ahora, antes de que el material se haga demasiado copioso y le sobrepase!].
Más adelante en el libro se menciona la expresión Mañana es otro día, de la cual se dice que es muy estimada por los españoles (B11, p. 3). También aparecen estereotipos sobre la forma de hablar de los españoles, como que todos utilizan muchos refranes (B5, p. 2b). Otra generalización es la que sigue:
Spanjorerna älska att formulera sin livserfarenhet i godmodigt tillspetsade eller elaka satiriska coplas. Varje spanjor kan flera hundra utantill och improviserar med stor lätthet nya. 4.
Un tema que reviste especial interés en lo relacionado con la imagen de los españoles es el de las aficiones. Por ejemplo, se dice que su pasatiempo favorito es ir a los cafés, donde pasan varias horas al día, charlando, fumando y jugando a las cartas o al dominó (B13, p. 3). También se dice que el español medio es un fumador empedernido desde la niñez (B5, p. 4; B6, p. 4). Otros fenómenos que aparecen en el libro relacionados con las aficiones de los españoles son las corridas de toros, que son tratadas en el texto principalmente como un fenómeno cultural de interés creciente, y la lotería, cuyo éxito en la sociedad española se presenta de este modo:
Liksom spanjoren alltid har pengar, då det är fråga om att gå på en spännande tjurfäktning, har han också råd att tillfredsställa sin passion att spela på lotteri, jugar a la lotería. 5
Los textos en sueco se refieren a menudo a las mujeres españolas como señoras y señoritas. Esto representa la visión tradicional de la mujer en función del hombre, ya que se indica el estado civil de la mujer, lo cual no ocurre con los varones. Además, tanto en los textos suecos como los españoles, la mujer joven aparece generalmente sexualizada, ya que los términos señorita y novia a menudo van acompañados de adjetivos relacionados con la belleza: “Su novia es muy hermosa” (B22, p. 23). En algunas ocasiones se dice que las señoritas de determinado lugar son objeto de los piropos de sus paisanos (B11, p. 2; B14, p. 7).
Asimismo, se describe el fenómeno de “pelar la pava”, o conversar los enamorados, el hombre desde la calle y la mujer en su casa, tras una reja o en un balcón (B16, p. 5). Aunque tanto el acoso callejero como el fenómeno de “pelar la pava”, asociado al mandato cultural de la virginidad, reflejan la opresión de la mujer, estas realidades se presentan en el libro como románticas y pintorescas. Tampoco se problematiza la supeditación de la mujer casada a su marido, que se infiere en el siguiente ejemplo: “La mujer española únicamente acompañada de su marido, frecuenta ciertos cafés” (B19, p. 18). Además, los personajes femeninos a menudo son ridiculizados en los textos y en numerosas ocasiones se les asocia con la superficialidad y el derroche, como en el siguiente ejemplo:
Pero no menos cierto que Rosario, todo inquietud, todo superficialismo, frivolismo, divertimiento y lujo, se encargaba de abrir terribles brechas en los copiosos ingresos de su marido, no bastándole nunca las cantidades que él le entregaba, por crecidas que fuesen… (B22, p. 10)
Las referencias a la ocupación laboral de la mujer reflejan la realidad de la época, ya que se asume que únicamente las mujeres humildes trabajan. Aparte del caso de la escritora Emilia Pardo Bazán, que se menciona en varias ocasiones en el libro, las ocupaciones que aparecen son las de telefonista, criada, niñera y vendedora, esto es, tareas relacionadas con el ámbito del hogar o de poca formación.
La presencia de ciudades o regiones concretas
Madrid es la ciudad que más se nombra a lo largo del libro, y es descrita en las lecturas con un tono algo despectivo, pues se dice de ella que tiene escaso patrimonio histórico, que su clima es desapacible, que su río es poco atractivo y que sus alrededores tienen poco o nada que ofrecer. Por ejemplo, se compara de esta manera con otras poblaciones: “No tiene monumentos y recuerdos como Salamanca, Toledo, Sevilla, Granada y otras ciudades que son más interesantes desde el punto de vista histórico y artístico” (B9, p. 7). Sin embargo, los textos en sueco se expresan en un tono más elogioso con respecto a la capital de España. Se dice que es una ciudad moderna y bien construida, que tiene la animación callejera propia de las tierras del sur, y se añade:
“Det förefaller icke vara en stad, där det arbetas; snarare får man det intrycket, att människorna här bara tänka på att flanera och roa sig på bästa sätt” 6 (B10, p. 1).
Sevilla se menciona también en numerosas ocasiones, y es la ciudad más representada entre las imágenes del libro. Así, de las 19 imágenes que aparecen en el libro, tres están relacionadas con Sevilla: una vista panorámica de la catedral, una imagen de la Feria de Abril y otra de una corrida de toros. Es descrita como “la ciudad más maravillosa y romántica del sur de España” (B1, p. 11), y la ciudad de las flores, las rejas, los carruajes y las fiestas (B14, p. 1). Un extracto de La hermana San Sulpicio, de Armando Palacio Valdés, describe una Sevilla animada y ruidosa, de calles estrechas y patios llenos de flores (B18, p. 16). Se destacan su belleza y su carácter pintoresco: “Todo en ella es interesante: la situación, la gente y sus costumbres, los edificios, los parques y paseos, el río y el puerto” (B1, p. 23). Asimismo, se habla de la Feria de Abril, de la Semana Santa y de las corridas de toros, y una zona concreta de la ciudad, el barrio de Triana, es descrita como un “interesante arrabal habitado por gitanos y toreros” (B1, p. 11). También se dice que la afluencia de turistas en la Semana Santa y la feria implica que se debe reservar alojamiento con meses de antelación (B14, p. 5), y que las saetas “dejan la impresión de la emoción y del fanatismo que el pueblo sevillano pone en sus maravillosas imágenes” (B14, p. 3).
De Córdoba y Granada se describe la riqueza de su pasado musulmán, evocado a través de un texto de Armando Palacio Valdés y representado por la mezquita de Córdoba y la 18 Alhambra de Granada. Se menciona, por ejemplo, que Córdoba fue la primera ciudad europea con calles empedradas e iluminación artificial nocturna (B8, p. 6). De Granada se dice: “Granada es la ciudad más hermosa de España” (B21, p. 15), y “Aquí se ve ese verde vivo que nosotros, los suecos, echamos tan de menos en varias partes de España” (B22, p. 1). También se cita el siguiente refrán: “Quien no ha visto Granada, no ha visto nada” (B22, p. 1). Así se habla de los andaluces:
I motsats till katiljarnarnas sosiego, sinnesjämvikt, lugn, står andalusierns rörliga, på växlande stämningar så rika intellekt. Både män och kvinnor äga ett medfött sinne för poesi, och det mjuka andalusiska språket formar sig i deras mun lekande lätt till vers, även om de varken kunna läsa eller skriva. De besitta även en speciell humoristisk ådra och en slagfärdighet, som roar och träffar huvudet på spiken. Själva kalla de denna gudagåva för sal. 7
Valencia, por su parte, se presenta como una ciudad hermosa y dinámica situada en una región muy fértil con playas llenas de bañistas, por lo general gente “ordinaria” (B12, p. 9). De los valencianos se dice en el libro que conservan su estampa moruna, y son descritos como trabajadores, hospitalarios y sencillos, aunque también tienen fama impetuosos y vengativos. Además, se cita el siguiente refrán: “En Valencia la carne es yerba, la yerba agua, el hombre mujer, la mujer nada” (B12, p. 19). Barcelona se menciona únicamente en ejemplos de pronunciación y de sintaxis, uno de los cuales es “la industriosa Barcelona” (B5, p. 4).
Fenómenos culturales asociados a España
Spanska språket destaca la cultura y el legado histórico de España como uno de sus mayores atractivos. En cuanto a las artes, la literatura ocupa un lugar importante en este libro, ya que muchas de las lecturas son relatos cortos o extractos de obras de autores como Jacinto Benavente, Benito Pérez Galdós, Armando Palacio Valdés o Emilia Pardo Bazán, de los cuales se habla elogiosamente. También se habla de Don Quijote, obra de la cual se dice que sus personajes son símbolo y encarnación del pueblo español (B21, p. 1). En cuanto a la pintura, aparece una biografía de Goya y se menciona a Velázquez, Murillo, el Greco y Ribera.
La tauromaquia está presente tanto en el texto como en las imágenes. En primer lugar, las corridas de toros constituyen el tema de una de las lecciones del libro, y son contempladas como un fenómeno cultural de interés, pues, si bien se señala que la tauromaquia tenía numerosos detractores, se afirma también que el interés por ese espectáculo estaba extendiéndose hacia el norte de España. Además, se aporta la siguiente cita de un aficionado:
Mucho se ha escrito contra ellas, pero el pueblo se ha habituado de tal manera a este espectáculo, y de tal modo las peripecias dramáticas del mismo, el valor que en él se desplega [sic], el desprecio de la vida de que se hace alarde, la gracia y gallardía que en él lucen los diestros, son la encarnación del carácter original, aventurero y caballeresco de este país, que privarnos de nuestra diversión favorita sería desposeernos de algo grato, de algo querido. Sería como desintegrar nuestra existencia (B15, p. 1).
En segundo lugar, dos de las 19 fotografías que aparecen en el libro están relacionadas con la tauromaquia: una vista panorámica de una ciudad con una plaza de toros y una imagen de una corrida de toros. De la gastronomía española se dice que el plato nacional es el cocido, pero que cada región tiene su plato típico, entre ellos la paella valenciana, el chorizo salamantino y el marisco de las zonas costeras (B13, p. 2). Se dice, sin embargo, que el pueblo español se caracteriza por la moderación en la comida y en la bebida, que las principales fuentes de alimento son el pan, las verduras y la fruta, y que se bebe vino con algo de agua carbonatada (B13, p. 1). En este sentido, se dice que los españoles, al contrario que los habitantes de otros países latinos, son por lo general abstemios, y que los que beben vino lo rebajan con agua (B17, p. 19-20).
- Es un colorido cuadro de pintorescas corridas de toros con valientes toreros, noches estrelladas con lánguidas serenatas junto a los balcones de señoritas de ojos negros, melosas melodías de tangos y agitadas castañuelas, impresionantes cantos eclesiásticos en magníficos templos medievales y grotescas procesiones religiosas ↩
- Poco a poco la lengua estándar ha neutralizado los dialectos, con la excepción del catalán en el norte de España, que lucha obstinadamente por su existencia ↩
- El fogoso temperamento español se inflama y se descarga en cascadas de réplicas picantes y sarcasmos ↩
- Los españoles adoran formular sus experiencias vitales en coplas satíricas simpáticas o crueles. Cada español se sabe cientos de memoria e improvisa otras nuevas con gran facilidad ↩
- De la misma manera que el español siempre tiene dinero para ir a una corrida de toros emocionante, también puede permitirse satisfacer su pasión por jugar a la lotería ↩
- No parece ser una ciudad donde se trabaje, sino que uno tiene la impresión de que la gente aquí únicamente piensa en pasearse y en divertirse de la mejor manera posible ↩
- En contraposición al sosiego y a la tranquilidad de los castellanos se yergue el rico y animado intelecto de los andaluces. Tanto los hombres como las mujeres tienen un sentido poético innato, y el suave lenguaje andaluz se transforma fácilmente en sus bocas en verso, incluso aunque no sepan leer ni escribir. Tienen también un talento humorístico especial y un ingenio que divierte y da en el clavo. Ellos mismos se refieren a este don de Dios como la sal ↩