Ramón Iglesia Parga (Santiago de Compostela, 1905–Wisconsin, EEUU, 1948) era un joven filólogo gallego. Los estudios de primera y segunda enseñanza los realizó en La Coruña, y a la edad de quince años ingresó en la Sección de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid, donde se licenció en 1926.
Un año antes había iniciado su relación con el Centro de Estudios Históricos, colaborando con Américo Castro y Dámaso Alonso, profesores de la sección de Filología Española, la más numerosa y prestigiosa del centro. Con Dámaso Alonso trabajó en la edición del Enquiridion o Manual del Caballero Cristiano de Erasmo de Rotterdam. Su primera investigación americanista es contemporánea de esta colaboración. Iglesia fue alumno de Antonio Ballesteros Beretta, catedrático de Historia de América de la Universidad Central de Madrid, quien le envió al Archivo General de Indias de Sevilla, a realizar, bajo su dirección, una investigación sobre «Don Juan Miralles y la intervención de España en la independencia de Estados Unidos», en 1925. Ese mismo año fue invitado a desempeñar una de las cátedras de los Cursos de Verano para Extranjeros que organizaba el Centro de Estudios Históricos. Como otros compañeros de su generación, Ramón Iglesia decidió completar su formación en el extranjero.
Entre 1928 y 1930 fue lector de español en Gotemburgo (Suecia), enseñó lengua y literatura españolas en la Escuela Superior y en la Escuela Superior de Comercio de la citada ciudad e impartió conferencias en Oslo, Estocolmo, Upsala, Copenhague y Berlín.
En la Escuela de Comercio de Gotemburgo conoció al lector de italiano, el fascista Ercole Reggio, discípulo de Giovanni Gentile, con el que mantuvo largas conversaciones sobre política. Reggio había publicado ya el breve texto «Fascismo e tradizione» (1927), en el que relaciona el movimiento fascista con la tradición cultural nacionalista. En Gotemburgo, Iglesia Parga solía andar con el lector de italiano, y con un estudiante de Oxford, formando un trío que se hacía llamar, en palabras de Reggio: «il Circolo degli Spaesati» («el Círculo de los Expatriados»).
Estas conversaciones con Reggio están en la base de una carta que Iglesia Parga le envía a Ernesto Giménez Caballero en 1929 desde Gotemburgo, en la que le dice:
Estoy atravesando la crisis del lector, españolizándome y sintiéndome cada vez más desinteresado de lo que no es español. Está aquí de lector de italiano Ercole Reggio, discípulo de Giovanni Gentile, con no sé qué cargo en el Instituto que le invitó a usted a conferenciar en Roma. Me está saturando de fascismo de buena ley. ¿No puede La Gaceta literaria empujar en este movimiento de Sur contra Norte? Conviene llamar la atención de la gente hacia Italia. ¿Por qué no publicar en las ediciones de La Gaceta una traducción de Italia contra Europa, de Malaparte? Yo podría hacerla y ponerle un prólogo. También convendría poner en español algunos estudios cortos de G. Volpe, el historiador… En España estamos perdidos. No interesa la historia ni la política. Yo fui de los que dijeron no a una encuesta de usted sobre política, hace un año. Y hoy diría sí. No a lo presente, claro, sino a lo que vendrá si nosotros sembramos. ¿Cuándo tendremos nosotros una España contra Europa?
Giménez Caballero recoge inmediatamente las ideas de su compatriota, y se pone manos a la obra. El objetivo: organizar el primer movimiento fascista español, es decir, españolizar el fascismo italiano. De esta forma, Giménez Caballero convierte su traducción de un libro de Curzio Malaparte en un hecho fundamental. En torno al casticismo de Italia (Madrid, Caro Raggio, 1929) se abre con la respuesta de Gécé al lector de Gotemburgo, en forma de carta abierta: España Imperial: Carta a un compañero de la joven España:
Corrigiendo las últimas pruebas de este libro architaliano de Curzio Malaparte, me llega una carta desde Göteborg, desde Archiescandinavia. La carta es de un muchacho español como yo, embebido de tradición germanizante y occidental como yo, soldado como yo, lector universitario en una región nórdica de Europa como yo, y que se ha encontrado de pronto -en la vuelta fatal de nuestra generación- a Italia: como yo.
Igualmente, La Gaceta Literaria se pondría al servicio de la causa fascista (en vísperas de la República), y se crearía el movimiento La Conquista del Estado, liderado por Ramiro Ledesma Ramos, a cuyas Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS, 1931) Iglesia Parga se adhirió desde el Norte:
Formaba parte del Grupo con un entusiasmo infantil, que demostró en las calles distribuyendo el manifiesto político que precedió a la salida del periódico. Iglesias era un muchacho grandullón, muy exaltado, que a los pocos meses se hizo comunista y hasta, al parecer, atravesó un período de salud mental precaria en un sanatorio.
El el nr. 87 (1 agosto 1930, p. 13) de La Gaceta Literaria publica Ramón Iglesia Parga unas «Postales escandinavas». Otra de sus colaboraciones consistió en una traducción de escritores escandinavos, como Pär Lagerqvist, del que era amigo. Lo cierto es que, en uno de los típicos bandazos de la época, Parga se pasaría al Partido Comunista (por lo que Ledesma Ramos empezó a llamarlo «el camarada R.I.P.»). Acabó dando bandazos en el exilio, hasta que se suicidó en Wisconsin en 1948.
SvD, 2 marzo 1930, p. 25; SvD, 8 marzo 1930, p. 18; SvD, 30 noviembre 1930, p. 27