De Sigtuna a Marcelino. La enseñanza del español en Suecia antes del «boom» turístico (1929-1959)

EMILIO QUINTANA PAREJA
Instituto Cervantes de Estocolmo

Quintana Pareja, E. (2013) “De Sigtuna a Marcelino. La enseñanza del español en Suecia antes del boom turístico (1929-1959)” en Actas del Encuentro de Profesores de Español en Escandinavia, 2013.

A pesar de que la tradición hispanista sueca tiene cierto peso desde finales del siglo XIX, la primera gramática española importante en Escandinavia es la noruega (1923) de Marcus Grønvold (1845-1929) 1. El nombre de Grønvold merece un capítulo aparte, ya que monopoliza en gran medida la hispanística noruega de principios del siglo XX. Al tratarse de métodos gramaticales basados en la traducción de textos literarios nos proporcionan una rica información a la hora de trazar las redes de intercambio cultural norte-sur, es decir, configuran un canon de lo que el hispanismo escandinavo consideraba representativo de la cultura y las letras españolas.

1. El síndrome del lector de español en Suecia
[Foto: ABC, 26 mayo 1929, p. 45]

Un capítulo nuevo se abre con la llegada de lectores de español a las universidades suecas, a partir de 1929. En general, se trata de becarios que han pasado por Berlín, y pretenden -por diferentes razones- ampliar estudios: Ramón Iglesia Parga (lector en Gotemburgo, 1928-1932), Joaquín Herráiz (lector en Uppsala, 1931), o Carlos Oroz (lector en Uppsala, 1932).

Ramón Iglesia Parga (Santiago de Compostela, 1905 – Wisconsin, EEUU, 1948) era un joven filólogo gallego, educado en el Centro de Estudios Históricos, profesor para extranjeros en la Residencia de Estudiantes (1926); entre 1928 y 1930 fue lector de español en la Handelshögskolan de Gotemburgo, e impartió conferencias en Oslo, Estocolmo, Uppsala, Copenhague y Berlín.

En la Escuela de Comercio de la ciudad sueca conoció al lector de italiano, el fascista Ercole Reggio, discípulo de Giovanni Gentile, con el que mantuvo largas conversaciones sobre política. Reggio había publicado ya el breve texto «Fascismo e tradizione» (1927), en el que relaciona el movimiento fascista con la tradición cultural nacionalista. En Gotemburgo, Iglesia Parga solía andar con el lector de italiano, y con un estudiante de Oxford, formando un trío que se hacía llamar, en palabras de Reggio: «il Circolo degli Spaesati» 1 («el Círculo de los Expatriados»).

Estas conversaciones con Reggio están en la base de una carta que Iglesia Parga le envía a Ernesto Giménez Caballero en 1929 desde Gotemburgo, en la que le dice:

Estoy atravesando la crisis del lector, españolizándome y sintiéndome cada vez más desinteresado de lo que no es español. Está aquí de lector de italiano Ercole Reggio, discípulo de Giovanni Gentile, con no sé qué cargo en el Instituto que le invitó a usted a conferenciar en Roma. Me está saturando de fascismo de buena ley. ¿No puede La Gaceta literaria empujar en este movimiento de Sur contra Norte? Conviene llamar la atención de la gente hacia Italia. ¿Por qué no publicar en las ediciones de La Gaceta una traducción de Italia contra Europa, de Malaparte? Yo podría hacerla y ponerle un prólogo. También convendría poner en español algunos estudios cortos de G. Volpe, el historiador… En España estamos perdidos. No interesa la historia ni la política. Yo fui de los que dijeron no a una encuesta de usted sobre política, hace un año. Y hoy diría sí. No a lo presente, claro, sino a lo que vendrá si nosotros sembramos. ¿Cuándo tendremos nosotros una España contra Europa?

Giménez Caballero recoge inmediatamente las ideas de su compatriota, y se pone manos a la obra. El objetivo: organizar el primer movimiento fascista español, es decir, españolizar el fascismo italiano.

De esta forma, Giménez Caballero convierte su traducción de un libro de Curzio Malaparte en un hecho fundamental. En torno al casticismo de Italia (Madrid, Caro Raggio, 1929) se abre con la respuesta de Gécé al lector de Gotemburgo, en forma de carta abierta: España Imperial: Carta a un compañero de la joven España:

Corrigiendo las últimas pruebas de este libro architaliano de Curzio Malaparte, me llega una carta desde Göteborg, desde Archiescandinavia. La carta es de un muchacho español como yo, embebido de tradición germanizante y occidental como yo, soldado como yo, lector universitario en una región nórdica de Europa como yo, y que se ha encontrado de pronto -en la vuelta fatal de nuestra generación- a Italia: como yo.

Igualmente, La Gaceta Literaria se pondría al servicio de la causa fascista (en vísperas de la República), y se crearía el movimiento La Conquista del Estado, liderado por Ramiro Ledesma Ramos, a cuyas Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS, 1931) Iglesia Parga se adhirió desde el Norte:

Formaba parte del Grupo con un entusiasmo infantil, que demostró en las calles distribuyendo el manifiesto político que precedió a la salida del periódico. Iglesias era un muchacho grandullón, muy exaltado, que a los pocos meses se hizo comunista y hasta, al parecer, atravesó un período de salud mental precaria en un sanatorio.

El el nr. 87 (1 agosto 1930, p. 13) de La Gaceta Literaria publica Ramón Iglesia Parga unas «Postales escandinavas». Otra de sus colaboraciones consistió en una traducción de escritores escandinavos, como Pär Lagerqvist, del que era amigo. Lo cierto es que, en uno de los típicos bandazos de la época, Parga se pasaría al Partido Comunista (por lo que Ledesma Ramos empezó a llamarlo «el camarada R.I.P.»). Acabó dando bandazos en el exilio, hasta que se suicidó en Wisconsin en 1948.

Por su parte, Joaquín Herráiz fue lector de español en la Universidad de Uppsala en 1931. Y Carlos Oroz lo sustituyó en 1932. Ambos se casaron con muchachas suecas, y se quedaron en Estocolmo. Fueron protagonistas de la vida cultural hispana en las décadas posteriores, como se verá posteriormente.

2. La llegada de Ernesto Dethorey (1929)

Ernesto Ma. Dethorey Camps (1901-1992) es un personaje mítico de la colonia española en Estocolmo. De infancia y juventud cosmopolita, mezclado en los círculos ultraístas de Baleares, junto a Sureda, Borges y tantos otros, la casualidad se cruza en su camino cuando un día de octubre de 1926 coincide en la parada del tranvía de la plaza Gomila de Palma con la sueca Gertie Börjesson (Estocolmo, 1907-Sollentuna, 1998), hija de un librero de Estocolmo, que estaba alojada en el Hotel Mediterráneo, de vacaciones. Deciden irse a vivir juntos a un piso, hasta que Gertie vuelve a Suecia en abril de 1927. Entre idas y venidas, acaban por casarse en Estocolmo en 1929. Nunca volvieron a España.

Dethorey se ganaba la vida como corresponsal de varios diarios: El Día, La Libertad, La Vanguardia etc…). Me resulta particularmente importante su colaboración en la revista Nueva España (1930-1931), por su vinculación con cierta humanización de la vanguardia de raíces republicanas. También da clases de español en la capital sueca: en 1934 trabajará en la Borgarskolan (1934) 3, y más tarde lo hará en el Påhlmans Handelsinstitut (Hagagatan 25) y en la Handelhögskolan; es decir, su actividad estará muy ligada al español comercial, que era uno de los nichos de mercado más importantes de la época, un año antes de fundar el Instituto Iberoamericano de Gotemburgo, con fondos privados procedentes de mecenas ligados al capital comercial de la costa oeste.].

No voy a abundar en su participación política: el episodio rocambolesco de la Legación en el verano de 1936, la colaboración con la Embajadora Isabel de Palencia, etc… Dethorey es el representante más egregio de la Segunda República Española en Suecia, y lo será durante toda su vida. La victoria de Franco le hace cortar los lazos con su patria (se hace ciudadano sueco en 1944), y reinventar una geografía intelectual propia en Estocolmo, tan atractiva como personal 5.

Más adelante veremos la participación de Ernesto Dethorey en las actividades ligadas a la enseñanza de español a extranjeros en Suecia (discos, cursos de verano, etc…), junto con Enrique Wretman y Matilde Goulard de la Lama, dos jóvenes muy iguales y muy diferentes, que llegan a Suecia huyendo de la Guerra Civil Española.

3. La II República. Revista Hispano-escandinava (1932-1933)

Durante la II República destaca la publicación de la Revista Hispano-escandinava (1932-1933), patrocinada por el Embajador Julio López Oliván (Zaragoza, 24 mayo 1891 – Madrid, 1964), y dirigida por Carlos Oroz. López Oliván fue Embajador entre 1932-34. En esta foto lo vemos el 14 de abril de 1933 en la Legación de Estocolmo, rodeado de la «colonia española», con motivo del «segundo aniversario de la República Española».

López Oliván era un diplomático de carrera, nombrado por Manuel Azaña. La revista es una iniciativa que mezcla lo comercial (las páginas finales están llenas de anuncios y de noticias mercantiles de Suecia y de Noruega) y lo cultural (una parte de gran riqueza, que merece estudio aparte), con textos en español, en sueco, y en ambos idiomas, enfrentados. Hay anuncios del Centro de Estudios Históricos y la Universidad Internacional de Verano de Santander, los dos lugares a los que iban los estudiantes extranjeros para aprender español en la época.

La revista tiene un marcado carácter tradicionalista, propio de la imagen de España anterior al «boom» turístico. La España hidalga: El Greco, las cuevas de Altamira, los Reyes Católicos. Toda la imaginería del nacionalismo de Primo de Rivera y después del franquismo, está aquí. El turismo en esta época no es un turismo de masas, sino un turismo cultural de interior que se basa en la red de paradores nacionales, puesta en marcha por Miguel Primo de Rivera, para atraer al «turista casticista», que busca la España tradicional, alojándose en castillos, en la Sierra de Gredos, en los lugares de la España tradicional. Hay poco en esta publicación del impulso modernizador radical republicano, es decir, que casi toda ella está dentro de la modernización casticista de la época, que luego retomará el franquismo debido al colapso económico de 1959.

Las colaboraciones son muy variadas, y no falta la de Joaquín Herráiz, antiguo lector en Uppsala. La revista deja de publicarse en 1933, coincidiendo con las turbulencias políticas que llevan al triunfo de la CEDA en las elecciones de noviembre de 1933, y el nombramiento del nuevo embajador Alfonso Fiscowich y Gullón (1934-1936), representante de la nueva orientación del régimen.

En 1934 Carlos Oroz obtendrá la cátedra de español de la Universidad de Gotemburgo (recorte de La Vanguardia, 23 septiembre 1934, p. 23).

4. Guerra civil. Enrique Wretman y Matilde Goulard de la Lama

No voy a entrar en los acontecimientos que tienen lugar en torno a la Legación Española en Estocolmo con motivo de la Guerra Civil. Es un hecho suficientemente documentado en los escritos de Isabel de Oyarzábal (1878-1974), señora de Palencia, la embajadora que mandó el Gobierno republicano para desalojar a Fiscowich. Ernesto Dethorey fue uno de los mayores apoyos de esta señora, ejerciendo de traductor, jefe de prensa, es decir, de hombre para todo. Recomiendo leer los testimonios de la propia Isabel de Palencia, en sus memorias y otros libros, como I Must have Liberty («Hambre de libertad», 1940; hay traducción española de 2011).

Tampoco voy a entrar en las posiciones de los antiguos lectores de español, Joaquín Herráiz y Carlos Oroz, que se decantan hacia el bando nacional, haciendo de su vida una novela, como contaré en otra parte. Lo que me interesa en este momento es llamar la atención sobre la llegada a Suecia de dos nuevos miembros de la reducida «colonia española» 7 en Escandinavia, refugiados del conflicto fratricida, que tendrán un gran protagonismo a partir de los años 40 en lo que se refiere a la enseñanza del español como lengua extranjera. Se trata de Matilde Goulard de la Lama y Enrique Wretman.

Matilde Goulard de la Lama (Madrid, 31 diciembre 1910 – Mojácar, 3 mayo 1998), conocida en Suecia como «Matica», aparece fugazmente en las memorias de Oyarzábal. No sé cuándo llegó Matica a Suecia, pero a finales de 1938 se encuentra alojada temporalmente en la Legación Española, preocupada por su madre, que estaba todavía en Barcelona. En Estocolmo pasa unas semanas, antes de reincorporarse a su puesto en la Universidad de Gotemburgo.

Matica era hija de Elena Goulard, que vivía en la calle Caracas, 8, 1o., Madrid. Según he podido averiguar, se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid en el otoño de 1932. He conseguido la ficha universitaria, que reproduzco a la izquierda.

Tiene interés señalar que, en el verano de 1933, participó en el mítico Crucero Universitario del Mediterráneo 8, organizado por la Facultad de Letras para que unos 200 estudiantes pudieran convivir y conocer «in situ» las diferentes culturas de la cuenca mediterránea: Italia, Grecia, Tierra Santa, Egipto, etc… Nos quedan algunas anécdotas suyas de este viaje, que la retratan como una joven de su tiempo, culta y optimista.

He podido reconstruir su vida universitaria, ya que colaboró activamente en revistas como los Cuadernos de la Facultad de Filosofía y Letras (1935-1936), que editaba su compañera María Rosa Alonso, bajo los auspicios de María Zambrano. En definitiva, puede decirse que fue una de las legendarias “mil estudiantes de la Universidad de Madrid”, como las llamó la revista Estampa, en 1933. Una promoción privilegiada, que estaba destinada a cambiar España, y se vio sacudida por la guerra.

Por una carta a Alfonso Reyes 9 sabemos que Matica estuvo a punto de trasladarse al Colegio de Mexico en 1942, lo que indica que prefirió quedarse en Suecia por algún motivo, si bien hizo gestiones para permanecer en condición de «refugiada política» como parte de la colonia de intelectuales exilados en América. Según la carta mencionada, Goulard de la Lama estaba en Estocolmo en 1942 como lectora de español en la Universidad, y se estaba considerando su incorporación al COLMEX mexicano. Finalmente, no se decide por esta vía, posiblemente porque acepta la vacante que queda en 1943 en el Instituto Iberoamericano de Gotemburgo (Larmgatan 1), que había fundado Nils Hegberg en 1939, con apoyos financieros independientes 10.

No voy a entrar en la labor intelecual de Goulard de la Lama y Dethorey en la Suecia de los años 40. Ambos formaron un tándem muy activo, claramente orientado hacia el mantenimiento del espíritu de la República Española en el exilio. Su actividad fue clave, por ejemplo, en la concesión del Premio Nobel de Literatura a Gabriela Mistral y a Juan Ramón Jiménez, con «polémica» incluida 11.

Enrique (Henrik) Wretman (Barcelona, 7 enero 1912) era hijo de Sven Wretman 12, un sueco que daba clases «muy concurridas» 13 de gimnasia sueca en la ciudad catalana, por ejemplo en el Real Polo Jockey Club de Barcelona. En El Mundo Deportivo (1913) leemos:

La simpática sociedad “Salud Sport Club” que no ceja en su campaña pro cultura física, nos comunica que ha conseguido organizar dos nuevos deportes: esgrima y gimnasia sueca.
En cuanto a la gimnasia sueca, la Junta directiva del «S. S. C.» ha conseguido que se encargue de su dirección el profesor de aquella nacionalidad y licenciado del famoso Instituto «Ling» de Estocolmo, Sr. Sven Wretman,que es la mejor garantía de éxito.
Comenzarán los ejercicios el domingo, siguiendo en los sucesivos, de 11 y media a 12 y media de la mañana, en los campos de sport; y pueden inscribirse todos los niños y niñas de socios, desde cinco a quince años.
No dudamos de que las listas de inscripción se verán seguidamente llenadas, correspondiendo de esta manera a los esfuerzos de sus directores.

Enrique Wretman crece, por tanto, en un ambiente trlingüe: sueco, español y catalán. Después de pasar por el Colegio de Cataluña, ingresa en 1922 en el Instituto General y Técnico de Barcelona. En 1928 lo encontramos estudiando el bachillerato universitario, pero ya sabemos de sus inquietudes literarias, ya que se habla de obras de teatro suyas escritas para aficionados en la prensa de la época 14. Esto tiene su importancia, ya que explica la gran calidad de los diálogos que escribirá para los métodos de español que publicará en Suecia en los años 40.

Durante la Segunda República, Enrique Wretman estudia Letras en la Universidad de Barcelona, por las mismas fechas en que Matilde Goulard de la Lama lo hace en la Universidad de Madrid. El ambiente, sin embargo, es muy diferente. En 1932 firma, como representante de los estudiantes de Letras de Universidad, la famosa carta abierta contra la catalanización de la enseñanza. Esta carta, poco conocida hoy en día, sorprende por su vigencia, ya que retrata una situación similar a la actual en el mundo académico de aquella comunidad autónoma. De sus actividades literarias, destacan algunas traducciones del sueco al catalán, como la del libro Una Història d´hivern, de Zacharias Topelius (1818-1898) [Barcelona, Distribuïdora de Publicacions, 1935, Josep Janés. Quaderns literaris : novel·les i novel·listes ; 90 trad. d’Enric Wretman i Tomàs Lamarca 88 p. : retrat].

En los años 30 la familia Wretman estaba domicialiada en la calle Rosellón, 224 de Barcelona, y las cosas le debían ir bastante bien al padre, que gestionaba el Gimnasio Ling en un local debajo de su casa 15. Sin embargo, la Guerra Civil dio al traste con toda una vida. De una forma que desconozco, la familia huye de España y se traslada a Estocolmo.

5. El diccionario de Åkerlund. La gramática de Gorosch y Goulard de la Lama

Durante la Segunda Guerra Mundial se gestan las dos obras fundadoras del estudio moderno del español en Suecia: el diccionario de Alfred Åkerlund (1942), que elabora en Escania, buscando un poco de paz durante el conflicto; y la gramática de Gorosch y Goulard de la Lama (Bonniers, 1949).

El diccionario de Åkerlund es una obra muy personal, en la línea de otras empresas lexicográficas de la época, como el diccionario de María Moliner, aunque mucho más modesta. Es la primera piedra de lo que será una obra sucesivamente ampliada y consolidada 16, aunque ninguna de las sucesivas ediciones ampliadas tendrá el encanto de la sobria, delgada y solitaria obra de 1942. En este librito todavía es necesario explicar el significado de la palabra «paella»:

«maträtt av ris, musslor, kött m. m.»

En 1949 aparece por fin la Spansk grammatik de Gorosch/Goulard de la Lama, que también merece estudio aparte, por su densidad e interés. Max Gorosch (1912-1983), que era discípulo del catedrático de Romanística en la Universidad de Estocolmo, Gunnar Tilander (1894.1973). Durante la Segunda Guerra Mundial se dedicó a hacer un estudio sobre los fueros de Teruel, que publicó en Estocolmo en 1950. Se le puede considerar hombre cercano al régimen imperante en España, que tenía como lectora en Uppsala (1950-1955, como mínimo) a la doctora en Letras María de los Dolores Lissen Delgado (Sevilla, 1908-2002), que había estado becada en Italia en 1942. En este círculo de hispanistas se encontraba Ernesto F. Cereceda, que también colaboró con Gorosch 17. Gorosch se movía en los círculos de la Legación Española en Estocolmo, a cargo de Landecho; también colaboraba con Enrique Wretman.

6. Años 40. Hijos de la ira y el jantelagen

En los años 40 destacan las primeras grabaciones en microsurco de español por correspondencia, siguiendo la deriva audiolingual del método natural, que imperaba por entonces. Hay que recordar la importancia de la tradición sueca en el aprendizaje por correspondencia, sobre todo gracias a la casa Hermods (empresa fundada en 1898 por Hans Svensson Hermod) 18.

En este contexto, destacan las grabaciones que hicieron Ernesto Dethorey, Matilde Goulard de la Lama, y Enrique Wretman para la NKI-skolan (Nordiska korrespondensinstitutet) en 1944 19, que editaba cursos de inglés, francés, español, etc… De hecho, es muy interesante comparar los discos de español con los de otras lenguas, con los de francés, por ejemplo. No tienen nada que ver. Los diálogos del trío Dethorey, Goulard, Wretman son de una calidad y una autenticidad que no se encuentran en los otros.

Esta capacidad de dramatización se encuentra también en los discos que grabaron para la Brevskolan, en 1945. He aquí algunos ejemplos:

7. La Semana Española de Sigtuna (1944-1947)

Sobre la Escuela Española de Sigtuna estoy preparando un libro independiente, pero me gustaría citarla por su importancia e interés. Se trata de una especie de «escuela de verano» que tuvo lugar en Sigtuna en agosto de los años 1944, 1945, 1946 y 1947, organizada por Ernesto Dethorey desde la «Universidad Popular» o Extensión Universitaria de la Universidad de Estocolmo.

La iniciativa no era «oficialista», pero tuvo su eco en la prensa española; por ejemplo, en este despacho de la agencia EFE [foto a la izquierda] que publica el ABC (19 agosto 1945, p. 18).
Fue un espacio de encuentro de la comunidad hispanoamericana en Suecia, abierto a todas las personas interesadas por las culturas hispanas, al estilo de la Universidad de Verano de Santander o de las escuelas de verano norteamericanas. Tuvo un fuerte apoyo diplomático, con veladas dedicadas a México, Chile, y otros países, conferencias, etc…

Su historia pormenorizada la dejo para otro momento, pero en esta nota de prensa de 1946 puede verse algo del espíritu que la animaba:

“Del 4 al 11 de agosto tuvo lugar en Sigtuna la tercera Semana Española. Como las anteriores de 1944 y 1945, la organizó la Universidad Popular. La dirección estuvo este año a cargo de Ernesto Dethorey. Entre los otros profesores, recordamos a Matilde Goulard, a Raquel Domínguez de Orreby y a Enrique Wretman. Actuó de secretaria la Sra. Thunberg.

Al acto de apertura asistió el Sr. Tore Tallroth, Secretario del Instituto de Suecia, quien pronunció un breve parlamento en sueco sobre las actividades del Instituto en cuanto a los países de habla hispana y sobre la conveniencia de estudiar la lengua y cultura de estos países. Las conferencias de la Semana estuvieron a cargo de los profesores Ernesto Dethorey, que habló una noche sobre Colón y otra sobre Rubén Darío; Matilde Goulard, que habló dos noches sobre el Teatro español moderno, y Enrique Wretman, que dedicó sus dos conferencias a las Literaturas gallega, vasca y catalana.

Se organizaron tres veladas dedicadas a otros tantos países hispanoamericanos: una velada mejicana, en la que pronunció una charla el Sr. Allan Thomson y en la que cantaron canciones mejicanas la pareja de aficionados Aida y C. H. Stiernswärd; una velada chilena, en la que el Cónsul General de Chile, Dr. Olav Olsen , el Sr. Guillermo García Burr y el Dr. Mario Contreras, hablaron de Chile, y una velada venezolana, en la que habló de Venezuela el Secretario de la Legación de dicho país en Estocolmo, Sr. Carrasquero. Se representaron también unos “cuadros” compuestos por los alumnos y una parodia del JUAN JOSÉ de Dicenta, de la cual eran autores Enrique Wretman y Raquel de Orreby. Durante toda la Semana reinó el buen humor que ha sido siempre tan característico de todas estas Semanas españolas. Nuestra felicitación más entusiasta al Sr. Dethorey, organizador de la Semana”.

Reproduzco también aquí el programa de la Semana de 1947, como documento significativo:

8. Cursos de español en Radiotjäns

A partir de los años 50 se despierta el interés por la lengua española a través de cursos radiofónicos de carácter audiolingual, en los que participan notables escritores, artistas, hispanistas, caricaturistas, etc… Según parece, la iniciativa partió del Instituto Iberoamericano de Gotemburgo 20.

Este apartado es riquísimo, desconocido y fascinante. Daré unas someras notas sobre los 3 cursos que más me han interesado:

1949: Spansk latinoamerikana röster. Curso de Nils Hedberg.
Consiste en textos de ensayo y literatura organizados por paises. El libro está ilustrado con fotos y mapas de gran valor. Se acompañaba de audiciones radiofónica «auténticas», es decir, leídas por nativos de los países representados. Los comentarios corren a cargo del propio Hedgerg.

1952: Humoristas españoles modernos : Moderna spanska humorister : Spansk språkkurs i radio 1951-1952. Curso Max Gorosch
Se trata de un curso excepcional, lleno de un humorismo que procede directamente de la tradición de Jardiel Poncela (los humoristas de la Generación del 27), continuada después por revistas como La Codorniz. Destacan las ilustraciones del libro que acompañaba el curso, que oscilan entre las caricaturas de Tono y el estilo escandinavo de LAMM.

En mi opinión, Max Gorosh es el gran hispanista «oficialista» sueco de los años 40-50, es decir, es el que mejor recoge el espíritu de la España autárquica, anterior a la apertura de los planes de desarrollo y el turismo. Hay que destacar que todo esto no impide que elabore su Spansk Grammatik con Matilde Goulard de la Lama, mantenedora viva del espíritu republicano prebélico. En esta complejidad de relaciones culturales radica la riqueza del hispanismo sueco de la época 21.

1953: Siete hermanos: Spansk språkkurs i radio hösten 1953 22. Curso de Matilde Goulard de la Lama.
Los protagonistas de este curso son miembros de la familia española de la autora:

Los diálogos de Siete hermanos, que son como los de una radionovela, son el precedente claro de los del método Marcelino (1959).

Llama la atención que en la familia falte el padre, rasgo que puede ser autobiográfico, pero también una referencia a las heridas de la Guerra Civil. Estamos ante una auténtica radionovela de gran altura temática, dialógica y gráfica, en la que sorprenden las conversaciones sobre cocina, costumbres, arte, literatura… Las referencias a Juan Ramón Jiménez nos recuerdan que la autora estaba ya activamente implicada en la concesión del Premio Nobel de Literatura al poeta onubense, cosa que tendrá lugar a los pocos años.

La producción en Suecia de cursos de español a través de la radio es uno de los episodios más sorprendentes en esta línea de investigación, debido a la gran calidad de los contenidos y la riqueza de los materiales. Se trata de otro campo de estudio que dará importantes frutos en el futuro.

9. Entre modernidad y tradición. Marcelino (1959)

Marcelino sigue la línea de los cursos basados en historias dialogadas, con acompañamiento de discos de vinilo, en los que están grabados los diálogos. La novedad en este caso es la autoría, ya que aparecen en escena dos nombres nuevos que aportan una visión diferente de la España de los 50, en los principios de su camino hacia una nueva modernidad: Trinidad Sánchez-Maza y Joaquín Herráiz, al que ya conocemos como lector en Uppsala en 1931, así como dirigiendo actividades en favor del bando nacional durante la Guerra Civil.

Un ejemplo de este incipiente equilibrio entre modernidad y tradición, que caracteriza el manual lo podemos ver en este diálogo «de compras», con su episodio de la «escalera automática» en las Galerías Preciados, y la compra de tela por metros:

No me detengo más en esta obra capital, ya que mi intención es trazar un mapa -incompleto pero firme- de algunos de los hitos fundamentales en el desarrollo de la enseñanza del español en Suecia antes del «boom turístico». Pero volveré sobre ella en otros estudios.

10. El «boom» turístico como fin de una época

Estos 30 años de oro terminan a finales de los 50. En 1954 se abre el Colegio Sueco de Vacaciones de Torremolinos. En 1960 se produce el terremoto de Agadir (Marruecos francés), que hace que el turismo sueco se desplace de las costas africanas a las del Sur de España 23.

Por lo demás, en el verano de 1960 llega por primera vez a Estocolmo el aragonés Francisco J. Uriz (Zaragoza, 23.XII.1932), lo que supone un relevo generacional que afecta también a la intermediación cultural, ya se trate de enseñanza o de traducciones 24. Todo esto, unido a la nueva política española, basada en el aperturismo económico y el desarrollo de una industria turística de masas, en la que «el mito de las suecas» juega un papel fundamental, abre una nueva época en la enseñanza de la lengua española en Escandinavia.

Termino con esta foto (ABC, julio 1954) en la que podemos ver a siete señoritas suecas en clase de español, en el Colegio Sueco de Vacaciones de Torremolinos (recién inaugurado) 25 con un profesor desconocido, descamisado por el agobiante calor, delante de una pizarra en la que puede leerse: «El periódico es pequeño».
Esta foto me parece un documento excepcional, especialmente por la mirada entre el profesor español y la estudiante sueca. En esa mirada hay dos mundos que se observan, (se descubren) por primera vez de nuevo, tras mucho tiempo, y que inician un tiempo nuevo, diferente.

  1. Aunque en Dinamarca el folleto gramatical de Kristoffer Nyrop se edita por primera vez en 1889, alcanzando numerosas ediciones posteriores acrecentadas.